lunes, abril 21, 2008

Un día en las carreras.

En la población de Fiorano Modenese, existe verdadera pasión por el automovilismo, desde siempre, sus habitantes viven cada carrera de la escudería local, y siguen con pasión también la del pueblo vecino de Maranello, cuya escudería, la del caballito, siempre ha sido un referente a nivel mundial.

Durante años el patrón de la escudería de Fiorano Modenese participaba en las carreras intentando no estar pendiente da las comparaciones del equipo todopoderoso de Maranello, pero esa actitud hacia que también dejase de lado al resto de escuderías de otras poblaciones que año tras año iban mejorando sus vehículos, confiando plenamente en sus mecánicos locales, pero siempre teniendo en el punto de mira a los de Maranello. Incluso alguna de las carreras eran ganadas por las otras escuderías, para sorpresa de los de Maranello, pero que estos rápidamente intentaban mover su potente maquinaria para que al final del campeonato cada equipo estuviese en el lugar que corresponde en función de su potencia y presupuesto.
Los de Fiorano Modenese corrían el campeonato con un vehiculo que llevaba un motor de seiscientos, que en otras épocas había sido un excelente competidor, y por lo tanto ¿para que cambiarlo? Algunos ajustes cada año, la reparación de la carrocería tras los golpes de las carreras, hacían que cada año el vehiculo estuviese listo para las carreras. Y el problema era que los patrones de la escudería hacían querer ver que era el mejor vehiculo, y en todo caso los superaban los todo poderosos de Maranello. No veían, o no querían ver, que las escuderías de otras poblaciones habían modernizado sus motores, habían mejorado sus carrocerías, experimentado con nuevos chasis, ya que querían ponerse a prueba con los de Maranello, a los que ya le habían ganado alguna carrera y eso le motivaba y les hacia ser conocidos entre los aficionados a las Formula 1. Y todo esto confiando en los mecánicos locales de las diferentes poblaciones, mecánicos que conocían las características propias de sus motores, y que además conocían perfectamente las virtudes de sus competidores.
Recientemente hubo cambio de patrón en la escudería de Fiorano Modenese, un patrón que quería ser como los de Maranello, su única obsesión era parecerse a la escudería del caballito, quería pasar de ocupar los últimos lugares de la parrilla a estar junto a ellos en la pole. Pero al igual que el patrón anterior, se olvidó que otras escuderías habían mejorado, eran conocidas en el mundial de Formula 1 por el excelente trabajo de sus mecánicos e ingenieros locales. Solo veía a los del caballito y quería ser como ellos. Marcó su estrategia, intentó copiar a los de Maranello, hasta el punto de que su objetivo era tener una carrocería como ellos, pero sin saber para que servia cada una de las piezas de dicha carrocería, y con lo que es peor, manteniendo el motor del seiscientos que tenían, y sin hacerle los ajustes necesarios. Os debéis imaginar como fue la competición, aunque el patrón estaba orgulloso de su vehiculo que se quería parecer a los de Maranello, y por supuesto no había visto, o como los anteriores patrones, no había querido ver como el resto de escuderías le habían adelantado por la derecha y por la izquierda sacándoles muchas vueltas de ventaja.
Y la estrategia para la nueva temporada parece ser la misma, el mismo motor del seiscientos, sin contar ni querer escuchar a los mecánicos e ingenieros locales que apuestan por su renovación, eso si la carrocería los mas parecida a los del caballito, pero solo copiando su aspecto exterior sin saber que funcionalidad tiene cada pieza. Y para ellos volverán a ser los mejores, pese a que los adelanten por la derecha y por la izquierda, les saquen más vueltas de ventaja.

miércoles, abril 09, 2008

Se nos fue Salvador Debón.

Ayer nos dejó uno de los grandes.

No tuve oportunidad de ver sus fallas por mi edad, pero sus fallas son de esas que cuando las ves en los libros, te convencen la grandeza de esta fiesta.

Pude ver por primera vez en vida a Salvador Debón en el I Congreso de Ingenio i Gracia, junto a otros 2 grandes como son Vicente Luna y "Pepet", pero el maestro Debón me cautivó, por la frescura de sus ideas, por su peculiar forma de transmitir las fallas, por ese enorme ingenio que me hacia ver esas fallas lejanas en el tiempo, que era como si allí mismo en el salón de actos del complejo de la Petxina, estuviesen plantadas.

Fotos de http://www.actualidadfallera.es/