Tengo un buen amigo que es del PP, además de los convencidos. De vez en cuando nos llamamos, y charlamos, incluso coincidimos en diversos actos relacionados con las fallas ya que tenemos en común que los 2 somos de ese colectivo que desde hace unos años nos llaman “malalts de falles” (infectados de fallas, como diría otro amigo del colectivo de La Safor). Y cuando nos juntamos coincidimos generalmente con otros, que tienen otras sensibilidades políticas, unos mas conservadores, otros mas progresistas, otros mas nacionalistas, pero que nos une a todos la “malaltía fallera”.
Generalmente pocas veces hablamos de política, aunque como nos conocemos bien no tenemos tapujos en hacerlo, pero es que siempre la conversación se deriva a nuestra pasión, las Fallas, en lo más amplio de la palabra.
Y generalmente coincidimos en muchos aspectos, pese a que cada uno tiene su debilidad bien sea por le estética del monumento fallero (que rabia me da tener que usar este termino para hablar de la FALLA, pero así se entiende mejor) o por las “tendencias” en la indumentaria, o por la figura de las Falleras Mayores. En nuestras tertulias cada uno está claro que tenemos nuestras preferencias, pero siempre hay algo que nos une, y que hace que tiremos todos en la misma dirección, y no solo salvando nuestros “gustos”, sino también nuestras sensibilidades políticas, que es el amor por las Fallas, cosa que siempre pondremos por encima de todo, y sobre todo por encima de apreciaciones o intereses personales.
Eso hace que ese grupo de gente, tan diverso, tan dispar, se siente con cierta frecuencia y sobre todo que se lleve bien, por que aquello que le une siempre estará por encima de todo.
También en ocasiones coincidimos en dichas “reuniones”, en las que lo único que se pretende es hablar por hablar y disfrutar compartiendo aquello que más nos apasiona, con otras gentes que no han conseguido “dejar de lado” esas diferencias que a nosotros no nos importan en absoluto, y que dependiendo del color de la sensibilidad política de quien venga (si de los “unos” o de los “otros”), la propuesta, , comentario, o hecho, lo alabará o lo criticará quedándose únicamente en eso (si de los “unos” o de los “otros”), no valorando nunca si la propuesta, comentario o hecho es positivo o no para la fiesta.
Generalmente pocas veces hablamos de política, aunque como nos conocemos bien no tenemos tapujos en hacerlo, pero es que siempre la conversación se deriva a nuestra pasión, las Fallas, en lo más amplio de la palabra.
Y generalmente coincidimos en muchos aspectos, pese a que cada uno tiene su debilidad bien sea por le estética del monumento fallero (que rabia me da tener que usar este termino para hablar de la FALLA, pero así se entiende mejor) o por las “tendencias” en la indumentaria, o por la figura de las Falleras Mayores. En nuestras tertulias cada uno está claro que tenemos nuestras preferencias, pero siempre hay algo que nos une, y que hace que tiremos todos en la misma dirección, y no solo salvando nuestros “gustos”, sino también nuestras sensibilidades políticas, que es el amor por las Fallas, cosa que siempre pondremos por encima de todo, y sobre todo por encima de apreciaciones o intereses personales.
Eso hace que ese grupo de gente, tan diverso, tan dispar, se siente con cierta frecuencia y sobre todo que se lleve bien, por que aquello que le une siempre estará por encima de todo.
También en ocasiones coincidimos en dichas “reuniones”, en las que lo único que se pretende es hablar por hablar y disfrutar compartiendo aquello que más nos apasiona, con otras gentes que no han conseguido “dejar de lado” esas diferencias que a nosotros no nos importan en absoluto, y que dependiendo del color de la sensibilidad política de quien venga (si de los “unos” o de los “otros”), la propuesta, , comentario, o hecho, lo alabará o lo criticará quedándose únicamente en eso (si de los “unos” o de los “otros”), no valorando nunca si la propuesta, comentario o hecho es positivo o no para la fiesta.
Algo común también suele ser que los “malalt de falles” no pretendan sentar cátedra, pese a la apariencia, ya que muchas veces pecamos de pedantes, sino simplemente compartir sus vivencias (que para mi son fuente de conocimiento) de la forma mas humilde (reconozco que en mi caso soy bastante vanidoso, defectos tenemos todos). Pero también suele ser común que asistentes (los que no saben “dejar de lado”), que ante la apariencia de pedantería, reivindiquen (totalmente licito por otra parte) su sapiencia de "totalavida", insisto totalmente licito ya que en esto de las fallas cuantas mas visiones mejor, pero que acaban siendo excluyentes (sobre todo por no saber “dejar de lado”)
Y es que si logramos superar las diferencias de creencias, colores o gustos, posiblemente todo vaya mucho mejor
Y es que si logramos superar las diferencias de creencias, colores o gustos, posiblemente todo vaya mucho mejor
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