viernes, septiembre 16, 2011

Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos.


He de reconocer mi admiración personal por Félix Crespo, siempre lo he reconocido, desde hace mucho tiempo. Su cercanía, su proximidad, y su trabajo por la fiesta ha sido motivo de mi admiración. Seguramente habrá tenido aciertos y fallos, pero lo que es incuestionable es la dedicación y amor que ha demostrado por las fallas, en las que ha ocupado todos los escalones posibles de la fiesta, desde el mas bajo hasta lo mas alto del organigrama.

Es curioso que sus últimas declaraciones, que fueron recogidas en el diario Levante-emv tras el programa Tot es festa de Levante TV, han sido las que han conseguido que todo el colectivo fallero esté de acuerdo con ellas. Yo lo siento me quedo con otra que también fue recogida en dicho artículo, "A veces yo creo que si fuéramos conscientes de nuestro propio potencial como fiesta -e incluyo a todos los demás colectivos, aparte de las fallas-, las cosas irían mucho mejor", es lo que tiene que me empeñe siempre en pensar en primera persona del plural cuando nos referimos a esto de la fiesta.

Pero mi experiencia me ha demostrado a lo largo del tiempo, que lo que prima en la fiesta es el “yoyismo”, es decir, que mas que la primera persona del plural, lo que se lleva en esto de las fallas es la primera persona del singular. Y por ello el titular que recogía Levante-emv el pasado viernes 9 de septiembre “El principal defecto de las fallas es que los enemigos están dentro” ha sido aplaudido por todo el colectivo fallero, pero por el simple hecho que el enemigo siempre son “ellos”, ¿Que digo? El enemigo es él, sois vosotros, en definitiva, el enemigo eres TU que me estás leyendo, porque no querrás que acepte que Yo o Nosotros somos los enemigos de la fiesta.

Permitidme que fusile una entrada que descubrí gracias al nuevo concejal de Fiestas y Cultura popular de Valencia, Francisco Lledó, ya que la enlazó en su muro de facebook, y con la cual me he sentido plenamente identificado. Como dije aquí mismo no hace mucho “una reflexión en voz alta a todos aquellos cobardes que vomitan sus opiniones acogiéndose al derecho de expresión pero escondidos bajo el disfraz de anónimo” pero en este caso Juan Cruz en su Blog “Mira que te lo tengo dicho” lo recoge de una forma mas brillante.
Facilidad de la maledicencia
Ángel Gabilondo dice en su libro Contigo que él le daría un abrazo a aquella persona que a lo largo del día hablara bien de alguien. Yo también. Me he pasado la vida en una profesión, o en un oficio, me gusta más la palabra oficio, en la que las malas noticias son más nutritivas, informativamente, que las buenas. De hecho, alguna vez ha habido programas de buenas noticias que se han estrellado estrepitosamente. En la vida cotidiana, la que no sale en la prensa, o no tanto, las malas noticias también son mejor acogidas (como decíamos ayer) que las buenas, cuando se refieren a instituciones, personas o cosas que no son de nuestro agrado inmediato; es más, que son de nuestro desagrado. Esa actitud conduce a la malediencia; la malediencia es más fácil de ejercer que el juicio noble, desinteresado o no, sobre situaciones o personas. El anonimato, que ahora es un factor universal o global de careta, favorece la inmunidad de la malediencia. Y, cómo no, establece un camino expedito hacia la manipulación. Estoy esperando que se cree un club universal contra la maledicencia y contra el anonimato como instrumento de la maldad de las malas intenciones. De chico fue socio de la Ballena Alegre, y luego no he sido socio sino de la Casa de Canarias y de la Asociación de la Prensa. Pero de ese club abierto, bientencionado y público, de ese sí me haría socio inmediatamente. Y propondría leer ese párrafo de Gabilondo por si lo quieren poner en los estatutos.

lunes, septiembre 05, 2011

Eso ya lo hice yo.....

Esta frase la suelo escuchar frecuentemente en el ambito "falleril" de Torrent, generalmente del mismo ambiente (por no decir de la/s misma/s persona/s), ante las “frikadas”, “ocurrencias” o decisiones consecuentes con un proyecto de la comisión fallera de la cual formo parte. Reconozco que me llego a imaginar, en mi perversa mente fallera, al gran Regino Mas consultando con dicho ámbito "falleril" la idea de impulsar la creación de la ciudad del artista fallero, o el Museo fallero.

Claro quienes las enuncian deben pensar que dichas decisiones son tomadas con el fin de ser innovadores, diferentes, raros, o yo que se.... Pero el caso es que enunciando el “Eso ya lo hice yo...” suele chocar frontalmente, al menos eso creo yo, con la palabra que a este ámbito "falleril" tanto le gusta usar, tradición. Por que, ¿acaso no choca definir algo como “raro”, “moderno” o "innovador" y al mismo tiempo reivindicar “Eso ya lo hice yo....”?

Y es que nada mas lejos de la realidad que dichas “frikadas”, “ocurrencias”, en fin, decisiones en un proyecto de la comisión a la cual formo parte, sean con motivo de ser los “primeros”, ya que la mayoria de ellas suelen estar basadas y fundamentadas en la tradición fallera (generalmente documentadas historicamente) de la cual nos sentimos fervientes seguidores. Eso si entendemos que lo que muchos conocen como historia fallera no es mas que aquello que recordamos que hemos vivido en nuestras propias carnes, y que en muchas ocasiones se limita al “copia y pega” de los programas de festejos de los últimos ejercicios, de modo que aquello que se repite en, como mínimo, tres ejercicios consecutivos es elevado a la categoria de “tradición”, es decir, “detotalavida”.

Cuanto menos sería de agradecer, que aquellos que tachan de “raro”, “innovador”, “moderno”, o yo que se que otros adjetivos, cuando algo creen que atenta contra su “tradición”, se preocuparan por conocer la historia de esta gran fiesta, y no mas allá de lo que su memoria puede alcanzar (generalmente en las cuatro paredes de su casal), antes de ponerle al adjetivo correspondiente en los chascarrillos de barra de casal, y mucho menos que piensen que las decisiones son para ser los primeros (precisamente todo lo contrario).

Recuerdo cuando en la comisión de la cual formo parte en la elección de presidente del presente ejercicio, ante la presentación de una candidatura formada por 2 personas, alguien dijo, ¡¡Ya estamos, a ser diferentes!! Se le explicó que no eramos los primeros que teniamos una “bicefalia” para dirigir una comisión, y se le detallaron algunas comisiones, como Noscarmientas, Corona, Salamanca – Conde Altea, Bilbao – Maximiliano Thous, etc.

Si se me permite (como no se me va a permitir, si este es mi blog personal) pondre la introducción del proyecto 2012 de la comisión de la cual formo parte, mas que nada para que alguno no piense que el proyecto se fundamenta en la “innovación”, “modernidad”, o “rareza” y no en la tradición.

Las comisiones falleras forman, o deben formar, parte de la sociedad civil, no únicamente centrándose en la parte lúdica y festiva, si no interviniendo en la medida de sus posibilidades en mejorar esa sociedad civil de la cual formamos parte. Como explica el historiador fallero José Soler Carnicer en el libro editado por la Diputación de Valencia “Conocer las Fallas”, como evolucionan las fallas del siglo XVII al siglo XVIII, “Colocadas en ellas aparecieron figuras de bulto – ninots- muy bien hechas que figuraban personas y animales. Merced a esta evolución se fue transformando aquello que era una simple pira en la que se quemaban trastos viejos, muebles rotos, virutas y esteras de cáñamo, en un catafalco en el que se plantaban para su incineración como en un pagano auto de fe o símbolo de purificación, todas aquellas cosas que el pueblo odiaba y contra las que luchaba socialmente. En aquel momento estábamos, pues, en el big-bang de las fallas de hoy en día.”
Partiendo de esta definición del origen de las fallas actuales, planteamos nuestro proyecto 2012.
En fin, que esto ya lo hizo alguien, y por lo tanto en ello nos basamos.