Últimamente el inicio de semana supone para mí un suplicio, imagino que para la gran mayoría los lunes son jodidos. En mi caso como en el de todos los lunes supone volver a la rutina, pero mi situación me permite que esta rutina sea en aquello que mas me apasiona y me hace disfrutar.
Desde hace un par de meses, esto ya no es así, la rutina no es mas que rutina, una “obligación” a desgana y desmotivadora. Sin ilusión, que es mi única remuneración en esta rutina diaria, que me lleva como hace unos años desear la llegada del fin de semana para cargar pilas y poder comenzar la semana con fuerzas renovadas.
Pero en muchas ocasiones esto no es suficiente, es como esas baterías de móviles mal usadas que cuando las cargas, inmediatamente la pila se agota.
Así parece que me siento yo, ya que hoy lunes tras un excelente fin de semana en el que las pilas se han cargado a tope, donde he disfrutado en todos los aspectos, tanto falleros como personales, con una ansiada inauguración de la Exposición del Ninot rodeados de muy buenos amigos y mejores maestros falleros, con los que además compartí comida disfrutando de una charla, como no? de fallas, con la celebración de las bodas de oro de mis padres junto mi familia, llena de sorpresas, arrancaba de nuevo el lunes, que inicialmente se planteaba esperanzador, pero enseguida me di cuenta que la pila está ya muy cascada y de poco serviría la carga extra del fin de semana.
Solo se ha salvado el ninot que ADISTO nos ha preparado a Cronista para la exposición, simplemente precioso. Gracias a la carga extra que ha supuesto, me permite llegar hasta mañana.
Espero pronto poner fin a esta influencia negativa, cargar pilas y que estas duren hasta el infinito y más allá. Uno se cansa de callar lo que no callaría, de hablar bien de lo que no es más que una chapuza, y de trabajar, y más en mi situación, donde para nada se encuentra a gusto.
Mañana toca taller, bendito taller, que al menos me duren las pilas hasta la noche que me van a hacer falta.
Desde hace un par de meses, esto ya no es así, la rutina no es mas que rutina, una “obligación” a desgana y desmotivadora. Sin ilusión, que es mi única remuneración en esta rutina diaria, que me lleva como hace unos años desear la llegada del fin de semana para cargar pilas y poder comenzar la semana con fuerzas renovadas.
Pero en muchas ocasiones esto no es suficiente, es como esas baterías de móviles mal usadas que cuando las cargas, inmediatamente la pila se agota.
Así parece que me siento yo, ya que hoy lunes tras un excelente fin de semana en el que las pilas se han cargado a tope, donde he disfrutado en todos los aspectos, tanto falleros como personales, con una ansiada inauguración de la Exposición del Ninot rodeados de muy buenos amigos y mejores maestros falleros, con los que además compartí comida disfrutando de una charla, como no? de fallas, con la celebración de las bodas de oro de mis padres junto mi familia, llena de sorpresas, arrancaba de nuevo el lunes, que inicialmente se planteaba esperanzador, pero enseguida me di cuenta que la pila está ya muy cascada y de poco serviría la carga extra del fin de semana.
Solo se ha salvado el ninot que ADISTO nos ha preparado a Cronista para la exposición, simplemente precioso. Gracias a la carga extra que ha supuesto, me permite llegar hasta mañana.
Espero pronto poner fin a esta influencia negativa, cargar pilas y que estas duren hasta el infinito y más allá. Uno se cansa de callar lo que no callaría, de hablar bien de lo que no es más que una chapuza, y de trabajar, y más en mi situación, donde para nada se encuentra a gusto.
Mañana toca taller, bendito taller, que al menos me duren las pilas hasta la noche que me van a hacer falta.
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