No es la primera ocasión que plasmo en este blog mi convencimiento de que las fiestas de un pueblo son una excelente herramienta de promoción y proyección del mismo.
Mientras tanto a los festeros de Torrent, nos adelantan otras poblaciones por la derecha, por la izquierda, por arriba y por abajo, y es que con una fiesta como l’entrà de la flor, cuyo origen los expertos la sitúan en la época romana, cuya cofradía encargada de celebrar la festividad data de 1606, ve como celebraciones similares de poblaciones vecinas como son la Baixà del Crist de Aldaia o la Passejà de Quart de Poblet han sido declaradas fiestas de interés turístico.
Ya no se si en el carácter propio del torrentino, la idiosincrasia propia de la población, es la que hace que mantengamos “ocultas” nuestras joyas por miedo a que vengan de “fuera” y nos las puedan quitar y simplemente es que consideramos que esto de las fiestas de un pueblo no es mas que algo menor.
Y como digo otras poblaciones parece ser que si entienden que las fiestas pueden ser una buena herramienta de promoción, otro ejemplo la población de Manises que ha visto como su Cabalgata de la Cerámica también es declarada fiestas de interés turístico.
No me sirve, aunque nunca es tarde si la dicha es buena, que al menos nuestra Semana Santa ya haya iniciado dicho camino, en su momento lo celebré en este mismo blog. Pero es que otras poblaciones nos llevan una ventaja considerable y por ejemplo las Semanas Santas de Alzira, Gandia u Orihuela, ya son desde hace tiempo fiestas de interés turístico nacional. Pero hay que celebrar que la semana santa de Torrent esté en el camino.
Y es que el claro ejemplo de lo que supone una fiesta para la promoción de una población lo podíamos leer ayer en el Levante-emv. El titular lo deja muy claro, “Buñol logra un impacto mundial con la Tomatina sin invertir nada en publicidad” y sin invitar a famosos, cargos representativos ni protocolos innecesarios, si no que asisten directamente a participar de la misma, como era el caso este año de la Selección Nacional de Waterpolo, o en otras ediciones, de modelos, actrices o famosos en general. No olvidemos que la Tomatina de Buñol es la fiesta que ocupa el primer puesto de las más conocidas de la Comunidad Valenciana, por delante de las Fallas y los Moros y Cristianos.
Mientras tanto a los festeros de Torrent, nos adelantan otras poblaciones por la derecha, por la izquierda, por arriba y por abajo, y es que con una fiesta como l’entrà de la flor, cuyo origen los expertos la sitúan en la época romana, cuya cofradía encargada de celebrar la festividad data de 1606, ve como celebraciones similares de poblaciones vecinas como son la Baixà del Crist de Aldaia o la Passejà de Quart de Poblet han sido declaradas fiestas de interés turístico.
Ya no se si en el carácter propio del torrentino, la idiosincrasia propia de la población, es la que hace que mantengamos “ocultas” nuestras joyas por miedo a que vengan de “fuera” y nos las puedan quitar y simplemente es que consideramos que esto de las fiestas de un pueblo no es mas que algo menor.
Y como digo otras poblaciones parece ser que si entienden que las fiestas pueden ser una buena herramienta de promoción, otro ejemplo la población de Manises que ha visto como su Cabalgata de la Cerámica también es declarada fiestas de interés turístico.
No me sirve, aunque nunca es tarde si la dicha es buena, que al menos nuestra Semana Santa ya haya iniciado dicho camino, en su momento lo celebré en este mismo blog. Pero es que otras poblaciones nos llevan una ventaja considerable y por ejemplo las Semanas Santas de Alzira, Gandia u Orihuela, ya son desde hace tiempo fiestas de interés turístico nacional. Pero hay que celebrar que la semana santa de Torrent esté en el camino.
Y es que el claro ejemplo de lo que supone una fiesta para la promoción de una población lo podíamos leer ayer en el Levante-emv. El titular lo deja muy claro, “Buñol logra un impacto mundial con la Tomatina sin invertir nada en publicidad” y sin invitar a famosos, cargos representativos ni protocolos innecesarios, si no que asisten directamente a participar de la misma, como era el caso este año de la Selección Nacional de Waterpolo, o en otras ediciones, de modelos, actrices o famosos en general. No olvidemos que la Tomatina de Buñol es la fiesta que ocupa el primer puesto de las más conocidas de la Comunidad Valenciana, por delante de las Fallas y los Moros y Cristianos.
KellyPackard, de Los Vigilantes de la playa, en la Tomatina
De las fallas mejor ni hablemos, ya que como siempre y da igual quien este mandando en el gobierno de nuestro ayuntamiento, las cosas son como se las cuentan los que les rodean de manera mas próxima, pendientes de un viento que avive la chispa de la polémica, cuando precisamente ese viento sopla del lado que ellos menos piensan.
Yo prefiero vivir las cosas, a que me cuenten como son, ya que si me las cuentan, seguramente habrá mucha parte de subjetividad.
Nota: Sigo pensando la necesitad de crear un Consell Festiu Torrentí
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