Llevo mucho tiempo queriéndome sentar y escribir algunos pensamientos, pero eso de estar desconectado en la residencia estival, hace que no puedas hacerlo con la frecuencia que me gustaria, aunque he de reconocer que viene muy bien.
Y es que desde hace algún tiempo tengo una extrañísima sensación que nunca anteriormente había sentido. Y la verdad que me preocupa.
Como le comente el otro día a un amigo, sentía que habíamos pasado del “Torrent som tots” al “Torrent soc jo”. El lema que usó el PSPV en las últimas elecciones municipales, ciertamente se daba de hostias con la imagen centrada en primera persona de Pepe Bresó y que a mi humilde entender fue uno de los motivos (no me refiero a la campaña electoral en si) del revolcón electoral, ya que frente a él estaba la imagen de que otra forma de hacer Torrent era posible, tras el desgaste, errores y vicios adquiridos después 28 años de gobierno.
He de reconocer que hasta un servidor tras los resultados electorales se llegó a creer eso que de las cosas iban a cambiar, pero el tiempo no ha hecho mas que confirmar que estaba totalmente equivocado y de que el cambio era únicamente de las personas, ya que las formas son las mismas, y si me apuran, me atrevería a decir que mas cerradas.
Es como si dijeran “¿no lo han hecho ellos antes? Pues ahora nos toca a nosotros, y dos huevos duros más.”
Pero anteriormente, pese a todo, uno tenia la sensación de ser participe de Torrent, de poder hacer Torrent día a día, de sentirte Torrent cosa que ahora eso ha desaparecido, ahora solo unos pocos son Torrent, ese círculo cerrado que parece actuar como escudo defensivo, que filtra hasta la mas minima información para que llegue como a ellos le interesa a las mas altas esferas torrentinas. Solo ese grupo tiene el privilegio de ser Torrent, de sentirse Torrent. El resto parece que estamos de sobra, no tenemos derecho alguno a ser Torrent, y mucho menos a sentirnos Torrent.
Uno de los posts mas acertados que he leído en la blogsfera torrentina lo hizo el bueno de José Luis Arnal y lo tituló El contra-asesor, recomiendo su lectura, cada vez estoy mas convencido de la razón que tenia.
Notas:
- Duele esta sensación de exclusión sobre todo cuando relees lo que no hace tanto te han escrito. Llegas a pensar que esas palabras eran simplemente una mentira para quedar bien
-Por suerte los sentimientos son de uno mismo, propios, personales e intransferibles, y nadie puede imponer como siente o tiene que sentir cada uno. Mas que le pese a algunos, soy de Torrent y me siento de Torrent.
Y es que desde hace algún tiempo tengo una extrañísima sensación que nunca anteriormente había sentido. Y la verdad que me preocupa.
Como le comente el otro día a un amigo, sentía que habíamos pasado del “Torrent som tots” al “Torrent soc jo”. El lema que usó el PSPV en las últimas elecciones municipales, ciertamente se daba de hostias con la imagen centrada en primera persona de Pepe Bresó y que a mi humilde entender fue uno de los motivos (no me refiero a la campaña electoral en si) del revolcón electoral, ya que frente a él estaba la imagen de que otra forma de hacer Torrent era posible, tras el desgaste, errores y vicios adquiridos después 28 años de gobierno.
He de reconocer que hasta un servidor tras los resultados electorales se llegó a creer eso que de las cosas iban a cambiar, pero el tiempo no ha hecho mas que confirmar que estaba totalmente equivocado y de que el cambio era únicamente de las personas, ya que las formas son las mismas, y si me apuran, me atrevería a decir que mas cerradas.
Es como si dijeran “¿no lo han hecho ellos antes? Pues ahora nos toca a nosotros, y dos huevos duros más.”
Pero anteriormente, pese a todo, uno tenia la sensación de ser participe de Torrent, de poder hacer Torrent día a día, de sentirte Torrent cosa que ahora eso ha desaparecido, ahora solo unos pocos son Torrent, ese círculo cerrado que parece actuar como escudo defensivo, que filtra hasta la mas minima información para que llegue como a ellos le interesa a las mas altas esferas torrentinas. Solo ese grupo tiene el privilegio de ser Torrent, de sentirse Torrent. El resto parece que estamos de sobra, no tenemos derecho alguno a ser Torrent, y mucho menos a sentirnos Torrent.
Uno de los posts mas acertados que he leído en la blogsfera torrentina lo hizo el bueno de José Luis Arnal y lo tituló El contra-asesor, recomiendo su lectura, cada vez estoy mas convencido de la razón que tenia.
Notas:
- Duele esta sensación de exclusión sobre todo cuando relees lo que no hace tanto te han escrito. Llegas a pensar que esas palabras eran simplemente una mentira para quedar bien
-Por suerte los sentimientos son de uno mismo, propios, personales e intransferibles, y nadie puede imponer como siente o tiene que sentir cada uno. Mas que le pese a algunos, soy de Torrent y me siento de Torrent.
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