sábado, marzo 24, 2012

Hay hechos que no se pueden olvidar

Fernando, mi compañero de fatigas en la presidencia de Cronista, me envia este relato para que lo publique.

Hay hechos que no se pueden olvidar


Foto: Cristina Bea
El que me conoce sabe que no soy muy dado a expresar mis sentimientos, pero hay cosas que no se pueden olvidar porque te llegan a lo mas hondo.

Es curioso con que claridad se recuerdan los detalles en algunos momentos de la vida.

Voy a contar una historia de un hecho real que no me dejó dormir la noche de la plantá pero me hizo descansar durante todas las fallas (lo que te dejan descansar) porque en este caso el fin justificó los medios.

Allá voy.

Terminábamos de de rematar La esperanza es un espejo colgado del futuro, quedábamos tres personas, Ferran, Isabel y yo. Poco antes le había preguntado a Ferran si Rober (Nicolás Andreu) tenía preparado el libro de firmas que íbamos a poner al pie de la falla, me dijo que no podía hacerlo porque aún andaban liados en la plantà de la falla.

Limpiamos la arena y pusimos las vallas alrededor de la falla. Nos quedamos unos momentos observando nuestra criatura ya plantada, Ferran y yo nos miramos y sin decir nada nos fuimos hacia su coche para marcharnos a casa con el sabor del deber cumplido.

Entramos en el coche y le pregunté, ¿no se va a quedar nadie?, los dos estábamos reventados y necesitábamos descansar, así que decidimos irnos.

Por el camino hacia casa le dije si bajábamos a Nicolás Andreu por si necesitaban alguna ayuda, por si las cosas se le habían complicado.
Nos dirigimos a Nicolás Andreu, allí estaban los artistas rematando la falla y Carlos, el presidente de la falla acabando los pallassos para el concurso que organiza nuestra falla. Todo estaba controlado allí, Carlos nos dio las gracias y nos volvimos a casa.
No dejaba de pensar en que la falla se quedaba sola. Ferran me dejó en la avenida y de camino hacia el patio de mi casa me vino a la mente una experiencia que recordaré toda mi vida.

Os cuento.

El sábado día 10 de marzo, es el día en que la falla Cronista fue a la mascletà con la Xaranga L´Enramà. Habíamos quedado a las 11h en el metro de la Avenida para salir todos juntos hacia Valencia. El día de antes Langui nos había confirmado que venía a pasar algunos días con nosotros en fallas y tenía que buscarle un piso para que pudiera hospedarse.
A las 8:30h salí de mi casa en busca de un amigo que tenía un piso que intentaba alquilar, si no lo tenía alquilado podía hospedarlo allí ya que estaba muy cerca de la falla y le vendría muy bien dadas sus limitaciones. Acababa de abrir el kiosco de su propiedad, al ser temprano le propuse tomar un café y allí que fuimos (quiero darle las gracias por ofrecerlo sin ninguna condición).
Mientras tomábamos café el repartidor de los donuts llegó y se fue a atenderlo.
Junto a mi, en la terraza del bar estaba tomando un café con leche una mujer de aproximadamente 35 o 40 años, que leía el extra de falla del Levante en su edición l´horta, estaba mirando la primera hoja, donde salía nuestra escena del maltrato a la mujer.
Me levanté a por tabaco. Yo llevaba puesto el polar azul de la falla, donde detrás pone el nombre de nuestra falla. Saqué tabaco y volví a mi sitio en la terraza, tomé un sorbo de mi cortado y escuche una voz muy tenue, casi con miedo diciéndome perdona…
Me giré, la miré y le dije es a mi?, ella asintió con la cabeza.
Eres de la falla Cronista? me preguntó. Le contesté que si. Le explique que era el copresidente y el conjunto del proyecto.
Sois un verdadero ejemplo me dijo, y le dí las gracias.
Enhorabuena continuó ella, y gracias por acordaros de las mujeres que sufrimos esto (señalado la escena del maltrato a la mujer).
No tuve capacidad de reacción, noté como la sangre se me paralizó y solo fui capaz de mirar al suelo. Me tome de un golpe todo el cortado, fui dentro del bar a pagar y salí dispuesto a irme. Cuando pasé junto a ella instintivamente, muy suavemente le puse la mano en el hombro, pero no quise mirarla, para mi las victimas no tenían rostro, eran impersonales pero era mucho mas dura la realidad.
Seguí mi camino, y ella volvió a hablar el día 16 por la mañana iré a verla antes de irme a trabajar, madrugo mucho. Continué andando sin girarme a mirarla.

Era la noche de la plantá y estaba en el portal de mi casa, recordando ese momento, me paré y me fumé un cigarro pero no podía dejar de pensar en esa mujer y en que la falla estaba sola.
Me dijo que iría a verla esta madrugada!...
Busqué las llaves de mi coche en la cazadora, busqué mi coche y me subí a la falla. Aparqué en el vado de carga y descarga junto al monumento, salí del coche y le volví a dar la vuelta a la falla, todo estaba bien, volví a fumarme otro cigarro.
Hacía frío y me metí en el coche. Pasaron cantidad de coches que paraban junto a la falla sin bajar, nadie salió del coche para verla.

A las 6:32h una moto scooter paró delante de mi, era la silueta de una mujer. Bajo de la moto, miró la falla, se quitó el casco y cruzó al paseo.
Era ella, la mujer que me había quitado el sueño. Salí del coche, fui hacia el principio de la falla, aparté las vallas del inicio del monumento, para que pudiera entrar.
Buenos días nos dijimos mutuamente y no volvimos a mediar palabra.
Hizo el recorrido de toda la falla escena por escena deteniéndose a leer, mientras yo esperaba en las vallas del inicio del monumento. Se detuvo mucho tiempo en la última escena “el maltrato a la mujer”, yo seguí esperándola, no quería molestarla en su particular martirio.

Salió de la falla y sin mirarnos ninguno de los dos comprendimos que había dolor, ella volvió a hablar de espaldas a mi gracias.

Cerré la valla, ella se puso el caso, encendió su moto, arranco y volvió a parar un momento a la altura de la escena del maltrato a la mujer, luego continuó su camino.

Volví a entrar en el coche. Ahora tenía una sensación de tranquilidad absoluta y comenzó a entrarme el sueño.

A las 7:15h vi a un fallero llegar, era mi momento, ahora podía irme tranquilo a dormir, se quedaba vigilada la falla y yo tenía la sensación del deber cumplido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desde La Asociación Cultural Peregrinos a Santiago tambien queremos dar las gracias a la Falla Cronista de Torrent por la gran iniciativa en su monumento fallero de 2012 "la esperanza es un espejo colgado en el futuro" Un millon de gracias de todo corazon y esperamos que el proximo año nos volvais a sorprender.